Paulo Lualdi
A través de interesantes, simpáticas y también agridulces anécdotas, el Padre Paulo, querido amigo y compañero de ministerio sacerdotal, nos sumerge en algunos aspectos de la vida íntima de toda comunidad parroquial. Cualquiera podría ser la parroquia, iglesia, capilla, ciudad o país en las que se experimentan situaciones semejantes. Esta lectura nos invita a "recordar" esos buenos modales que a veces perdemos sin darnos cuenta y sin los cuales herimos a otros. No podemos dejar de soslayo que el ámbito, espacio, tiempo, edificio, elementos sagrados hacen a lo trascendente, y nos elevan y ayudan empáticamente a encontrarnos con Jesús, Amigo y Redentor. Y no solo nos ayudan, como si fueran muletas para nuestra sensibilidad: hacen al misterio de Cristo, quien se encarnó en el seno de María siempre virgen haciéndose igual a nosotros en todo, menos en el pecado. Es objetivo de este trabajo, entonces, hacer llegar algunas sugerencias sobre “urbanidad eucarística” o “buenas maneras eucarísticas”. 10