Christopher E. Wissar Acosta
La vida debiera vivirse con propósito, y con el objetivo de aprender y mejorarse a uno mismo cada día, siendo en todo momento personas de verdad y honestidad. Pues no existe peor desperdicio de tiempo que, despertar y ser exactamente el mismo individuo que se fue ayer, sin cambio, crecimiento, mejora ni evolución.Vivir con sentido en la existencia, sin olvidar que también se es un hombre de ciudad, lleno de extravagancias y concepciones urbanas, un ser humano al que nada de lo que es humano le es ajeno, aceptando y reconociendo que en muchas de las ocasiones, sus oportunidades en la vida no son ni su culpa ni su mérito, sino mera cuestión de geografía ... aunque también se puede vivir de la manera que a cada quien le haga más feliz, sin que nada concuerde con lo antes dicho.Este libro plasma experiencia y reflexión de vida, tal vez lo más destacado sea que al adentrarse en él, no estés tan seguro que el concepto que aprendiste del mal, es el mal, ni el concepto del bien, es el bien, sino que ambos se entrelazan de modo inextricable ... además, nada escapa a la verdad, y cuando la vida te habla no queda más remedio que callarte y escuchar.