Javier Moñino
Año 2325. La Tierra está agotada tras siglos de consumo energético y tecnológico. Los expertos advierten que la atmósfera será irrespirable en menos de un siglo. La sociedad se ha dividido entre las ciudades amuralladas, controladas por los híbridos —seres humanos inmortales surgidos de la fusión entre la inteligencia artificial, la robótica y la biomedicina—, y las zonas hostiles, refugio de grupos antisistema.La última esperanza es la Estación Orbital La Semilla, una obra descomunal, construida para ensamblar y lanzar naves intergeneracionales hacia exoplanetas habitables. Se ha identificado un centenar de mundos candidatos, aunque cada viaje durará siglos.Bajo la supervisión de los híbridos, la tripulación humana compartirá el espacio con miles de colonos, garantizando la preservación genética y la transmisión del conocimiento entre generaciones. Pero una organización terrorista —CLEA— planea sabotear los éxodos, convencida de que la humanidad debe perecer junto a la Tierra y no repetir sus errores en otros mundos. 10