Carlos Peña
En un mundo donde la población ha sido diezmada debido a un fallo informático, un grupo de personas decide no seguir formando parte de ese gobierno mundial que, con su avanzada tecnología y sus ansias de reconstruir el mundo que ellos mismos habían destruido, obliga al ser humano a trabajar durante jornadas imposibles con la promesa de que «viajarán junto con sus familias al nuevo y perfecto planeta descubierto detrás de una enorme masa de materia oscura». La esperanza en este nuevo planeta y su sistema solar muy parecido al de La Tierra espolea a los supervivientes de la tragedia, que sueñan ya con escapar de un mundo contaminado y sobrexplotado. Por otro lado, un reducido número de hombres, mujeres y niños, a quienes el gobierno califica como insurgentes, desacatan todo tipo de órdenes, negándose a trabajar y a formar parte en esa carrera por conseguir crudo (dinero) suficiente, ya sea para pagarse órganos nuevos que les permitan alargar sus vidas o conseguir una plaza en la nueva nave que saldrá rumbo al nuevo planeta
